¿COMO USAR LOS SOBRANTES DE SUERO DE LECHE?
lunes, 20 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
martes, 10 de mayo de 2011
¿QUE ES SUERO DE LECHE?
El suero de leche se obtiene en el proceso de elaboración del queso. Por acción de los ácidos lácticos se produce la coagulación de la leche, separándose un líquido concentrado de proteínas de alto valor biológico, rico en sales minerales, aminoácidos y vitaminas. La cura del suero de leche fresco se ha utilizado desde la antigüedad para tratar, por ejemplo, la obesidad o el reumatismo, trastornos intestinales y del hígado. Ahora se emplea, sobre todo desecado en polvo, para depurarse por dentro y por fuera.
Se tiene constancia del uso del suero de leche a lo largo de la historia. Así, Hipócrates, Galeno y otros padres de la medicina europea lo recomiendan como alimento de cualidades extraordinarias, depurativo y regenerador de los órganos, secreto de salud y longevidad. La cura del suero se mantuvo en zonas geográficas que contaban con una arraigada cultura de lecherías y queserías, como es el caso de Suiza y Alemania.
De hecho, en la práctica constituye uno de los medios básicos de la terapia y métodos naturales del doctor Alfred Vogel: "El suero de leche es un preparado natural de ácido láctico que destruye las bacterias, favorece la buena irrigación sanguínea y regenera la piel gracias a la acción de los fermentos que se encuentran en el suero y a su contenido en sales minerales, ... En los ácidos lácticos del suero de la leche están concentradas las sustancias minerales de la leche (calcio fácilmente asimilable, magnesio, manganeso, ..., oligoelementos) que a la vez se enriquecen y se ennoblecen con la fermentación del ácido láctico. Los ácidos lácticos concentrados con los fermentos de la leche actúan desinfectando de tal forma que puede tomarse por vía oral con buenos resultados en dolores de cuello, resfriados e incluso anginas. Usado como tópico ha dado buenos resultados en las heridas pequeñas y dermatomicosis, ... Las sales alimenticias particulares y sustancias minerales de la leche se encuentran en el suero. También los fermentos coagulantes que se utilizan para la preparación del suero desempeñan un papel importante en el efecto del suero, ...".
"El suero de leche", afirma Vogel, "es de gran importancia. No en vano soberanos y gente eminente de Francia y otros países han viajado en tiempos pasados a Suiza para llevar a la práctica las conocidas curas de suero suizas. Por regla general los visitantes tenían afecciones del metabolismo, eran demasiado gordos, tenían estancamientos sanguíneos, estaban afectados por enfermedades en el intestino, o su páncreas no funcionaba muy bien y tenían que combatir las fermentaciones. Las curas de suero también eran convenientes para la típica disfunción bacteriana".
Composición del suero
El suero de leche tiene un perfil de minerales en el que destaca sobre todo la presencia de potasio, en una proporción de 3 a 1 respecto al sodio, lo que favorece la eliminación de líquidos y toxinas. Cuenta también con una cantidad relevante de otros minerales como calcio ("En una proporción de un 50% más que en la leche", según Roser Amills), fósforo y magnesio, y de los oligoelementos zinc, hierro y cobre, formando todos ellos sales de gran biodisponibilidad para nuestro organismo.
Convengamos con Juan Velasco que: "La falta de calcio puede determinar raquitismo en el crecimiento u osteoporosis en edades más avanzadas, así como numerosos problemas nerviosos provocados por su carencia. El magnesio interviene en la correcta asimilación del calcio, inhibe el proceso de esclerosis en los vasos sanguíneos y participa en el funcionamiento del músculo cardíaco. El fósforo mejora la capacidad de concentración, la memoria y fortalece el sistema nervioso. El zinc, el hierro y el cobre actúan conjuntamente como potentes antioxidantes, protegiendo las membranas celulares, estimulando las defensas y mejorando el proceso digestivo".
El suero de leche, que contiene todos los aminoácidos esenciales, aporta proteínas de una calidad extraordinaria y con un coeficiente de uso por parte del organismo humano, según Marisa Madoz: "Superior incluso al de la leche o los huevos". Contiene además cantidades pequeñas pero apreciables de las vitaminas A, C, D, E y del complejo B, así como ácido orótico, que es, en palabras de Madoz: "Fundamental para la absorción de minerales como el calcio, fósforo, etc." , y ácido láctico ("Que ayuda a mejorar el proceso de respiración celular", según Roser Amills), junto con un contenido muy bajo en grasas y en calorías.
Alimentación, obesidad y regulación del peso
Alfred Vogel asegura de manera rotunda que: "Quien padezca de obesidad debe ingerir regularmente suero de leche, ya que influye positivamente al regular el funcionamiento del páncreas, el metabolismo de las grasas y, lo que es importantísimo, a partir de ahí comenzará a disminuir de peso lentamente. Pero esto no significa que la gente delgada deba evitar esta bebida, pues no actúa sólo descomponiendo, sino también regulando, de forma que también aquellos que no aprovechen bien los alimentos pueden conseguir un mejor aprovechamiento de los mismos".
Entre los factores causantes de obesidad Juan Velasco incide en los ambientales o malos hábitos alimentarios, con o sin ingesta excesiva, cuando los dulces o alimentos grasos son parte casi exclusiva de la dieta, con un aumento de la cantidad de alimento o una reducción de la actividad sin adaptar la ingesta de alimentos. Y la ansiedad, que provoca excesivo apetito, o los medicamentos: "El uso continuado de antidepresivos favorece la aparición de obesidad, ... Otras medicaciones pueden también favorecerla".
Considera que organizar la alimentación en la persona obesa es suficiente en muchas ocasiones para que baje de peso, y que la dieta debe ser ligeramente restringida en cantidad y equilibrada en cuanto a la calidad. Las dietas ricas en fibras favorecen el tránsito intestinal, disminuyen la absorción de grasas y azúcares y producen una saciedad más rápida que hace disminuir la cantidad de alimento ingerido.
He aquí 5 normas obvias pero interesantes: 1) centrar la atención en la actividad de alimentarse, y no comer deprisa, hablando o caminando. 2) masticar y ensalivar los alimentos pues nuestro sistema digestivo ha de recibir el alimento masticado y la saliva tiene enzimas que inician la digestión en la boca. 3) ordenar las comidas para preparar en el sistema digestivo la recepción del alimento, facilitar el tránsito y evitar fermentaciones por mezclas incompatibles de alimentos. 4) beber poca cantidad durante las comidas para evitar una digestión lenta e ineficaz por una inadecuada actividad de los jugos gástricos, necesarios para la preparación y predigestión de algunos alimentos antes de pasar al intestino. 5) variar mucho todos los alimentos de la dieta.
Juan Velasco establece unos criterios genéricos para cada tipo de obesidad. Así, en la androide (obesidad en la parte superior del cuerpo, más frecuente en el hombre, suele comerse en exceso y se asocia a problemas cardiovasculares con exceso de ácido úrico, glucosa y colesterol) se propone una dieta adecuada, disminuir la ingesta excesiva o no proporcionada con la actividad que se realiza, y la cura del suero de leche y un correcto aporte de fibras para regular el apetito.
En la obesidad ginoide (frecuente en la mujer con actividad ovárica, hay un aumento de grasa en la mitad inferior del cuerpo, no suele comerse en exceso y es frecuente la asociación de varices o artrosis en rodillas y en columna) Velasco propugna una dieta equilibrada, facilitar la eliminación de toxinas y evitar la acumulación de líquidos en los tejidos: "La cura del suero de leche y suplementos para eliminar y facilitar la circulación de retorno ayudan en este tipo de obesidad".
La hiperplásica , que se inicia en la infancia o adolescencia, debe ser controlada en cuanto se sospeche su aparición, es una obesidad en la que se engorda con mucha facilidad y en la que es difícil perder peso. Para Velasco: "Todas las ayudas son positivas, la dieta debe ser muy equilibrada y disciplinada, unida a suplementos que mejoren la absorción y la eliminación, un correcto aporte de fibras para regular la absorción de grasas y azúcares de la dieta, y extractos de plantas para mejorar la eliminación. El suero de leche, además de cura inicial, puede ser un complemento que de forma continuada evite la acumulación de toxinas y mejore la eliminación".
La obesidad hipertrófica , por último, se produce en la edad adulta por un aumento del contenido lipídico en las células del tejido adiposo: "Si el sobrepeso no es excesivo, el suero de leche puede ser una solución rápida y eficaz, unido a una dieta equilibrada tras la cura para evitar volver a recuperar los kilos perdidos".
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